sábado, 12 de marzo de 2011

1988. El año de las internas

En 1988, por primera vez los dos principales partidos políticos de Argentina eligieron sus fórmulas presidenciales en elecciones internas.

Los comicios fueron cerrados (participaron sólo los afiliados).

Para la elección interna de la Unión Cívica Radical (UCR) se anotaron dos fórmulas:
la integrada por Eduardo César Angeloz (gobernador de Córdoba en 1983 y reelecto en 1987) acompañado por Juan Manuel Casella (ex ministro de Trabajo de Raúl Alfonsín, y derrotado en la elección para gobernador bonaerense en 1987) y también la que presentaba al senador nacional por Chaco, Luis León, acompañado por el embajador Carlos Yeregui.

La UCR había sufrido una debacle electoral en 1987, en la que sólo pudo obtener dos gobernaciones de las 22 que se eligieron: Río Negro, donde se impuso Horacio Massaccesi (vencedor en 1995 de la interna nacional de la UCR) y el propio Angeloz en Córdoba.

Así, el candidato del partido oficial estaba claro: sería Angeloz, el único mandatario radical que había sido reelegido en las provincias. La elección fue considerada como un trámite. El candidato cordobés contó con el apoyo de la mayoría de los dirigentes del gobierno nacional y de todos los distritos. El senador León no claudicó en su postulación, pero poco (o casi nada) pudo hacer ante el poder del mandatario de la provincia mediterránea.

La elección se realizó el 5 de julio y Angeloz - Casella obtuvieron el 88,64% de los votos ante el 11,36% de la dupla León - Yeregui. Los afiliados que concurrieron a la elección fueron poco más de 811 mil.

Cuatro días después, el 9 de julio, la interna del Partido Justicialista deparó para muchos una gran sorpresa: la dupla Carlos Menem - Eduardo Duhalde superaba a la integrada por Antonio Cafiero - Juan Manuel De la Sota.

Menem y Cafiero eran los principales referentes de la denominada Renovación Peronista que se había impuesto en 1985 al ala más ortodoxa del partido, integrada entre otros por Vicente Saadi, Herminio Iglesias y Lorenzo Miguel.

Menem había sido electo gobernador de La Rioja en 1973 (estuvo detenido por la dictadura desde 1976 hasta 1981). Con el retorno de la vida institucional en 1983, fue elegido nuevamente ese año y reelecto en 1987. Al día siguiente de su tercer triunfo en la elección para gobernador, hubo una pegatina de afiches en distintos lugares del país en el que se exponían sus intenciones de ser candidato a presidente.

Antonio Cafiero había sido ministro durante el segundo gobierno de Juan Domingo Perón y también estuvo a cargo de la cartera de Economía durante el gobierno de María Estela Martínez. En 1985, como primer candidato a diputado nacional de la Renovación Peronista, obtuvo el 26% de los votos (la UCR, con Leopoldo Moreau en el primer lugar, obtuvo casi el 43%, y el FreJuLi, con Herminio Iglesias, el 9%).

Cafiero fue electo gobernador de la provincia de Buenos Aires en 1987. Paradójicamente, en la interna de 1988 perdió a manos de Menem en su propia provincia. El riojano había trabado relación con uno de los poquísimos dirigentes que no acompañaron al gobernador: Eduardo Duhalde, por entonces diputado nacional y ex concejal e intendente de Lomas de Zamora.

El también cordobés De la Sota secundó a Cafiero. A diferencia del resultado en Buenos Aires, en La Docta se impuso la fórmula liderada por Cafiero.

Menem - Duhalde se impusieron con el 53,94% de los votos, frente al 46,06 obtenido por Cafiero - De la Sota (833.353 a 711.596 sufragios). Menem - Duhalde se impusieron en 18 provincias, a la vez la otra fórmula sólo se impuso en seis distritos. Otra diferencia fundamental fue que los vencedores obtuvieron más del 70% de los votos en 8 provincias, a la vez que la fórmula liderada por Cafiero hizo su mejor elección en Córdoba, en la que no llegó a esos 70 puntos (69,29%).

Participaron de la elección del PJ un millón y medio de afiliados, lo que marcó una gran difencia con el comicio que cuatro días antes había realizado la UCR: en la compulsa peronista participaron 700 mil personas más.

A fines de año, el 19 de diciembre, el principal sector de la izquierda realizó también su interna. Esta elección fue "abierta" (podían participar quienes no estaban afiliados a ningún otro partido político). Néstor Vicente, candidato del FRAL, se impuso a Luis Zamora, del MAS. Ese resultado definió la fórmula presidencial: Vicente - Zamora.

El líder del FRAL se impuso en 19 distritos (en cinco superó el 70% de los votos), a la vez que Zamora ganó en cinco provincias, aunque su mejor desempeño fue en Neuquén, con el 62% de los sufragios). La diferencia de participantes en esta elección comparada con las internas de la UCR y el PJ fue notoria: votaron 125 mil personas.

A continuación se incluyen los resultados por provincia de las tres elecciones.

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